FELIZMENTE SOLTERA

Foto: Yiste.blogspot.com

Y ustedes dirán ¿Por qué me quieren convencer de cambiar mi forma de pensar? Y no, no se trata de que quiera ser una predicadora de ideas que toca la puerta para cambiar a la gente, ni vendo productos y te los quiero convencer de que lo que vendo es lo mejor del mundo. Mi único objetivo es darles la visión que tengo de los diversos temas que aquí tratamos, basado en mis experiencias, lo que he leido, investigado y analizado, dar mi humilde opinión a mis alumnos que tanto adoro, y ya ustedes sabrán que hacer al respecto.

 Estoy consciente que no tengo la verdad absoluta de todo pero creo que mi criterio me da base suficiente para poder manifestar mis creencias. Simplemente considero que seguir un patrón tradicional, impuesto por cualquiera, no es el camino indicado y mi labor como  la maestra del sexo
es demostrarle que la moneda siempre tiene dos caras, ya verán a cuál desean aportar.

 Esto va sobretodo con las mujeres, porque los chicos suelen ser un poquito más arriesgados en algunas situaciones de la vida. Pero mientras a ellos los programan para ser los machos alfa de la manada, el que lleva las riendas, los presionan porque tienen que ser exitosos, el que tiene una
mujer en casa y miles en la calle, a nosotras parece que al nacer nos abren los agujeros en las orejas aprovechan y nos programan en el cerebro un montón de información de la mujer perfecta.

 ¿Cómo nos dibujan a la mujer perfecta? Bella, 90-60-90, conservadora, reservada, que sea preparada, estudiada (no mas que tu pareja porque ellos se sienten humillados), hacendosa, que sepa cocinar, planchar, bordar, que ponga la mesa en su santo lugar y así encontrará al príncipe azul de Disney, el hombre que se fijará en ella y la sacará de abajo.

 Se casarán, tendrán 2-3 hijos perfectos, una casa perfecta, con perrito incluido.  Y en eso se nos va la vida, esperando esa perfección. Pero qué pasa cuando no llega ese hombre, que nos damos cuenta que no existe, que estamos sin esa figura masculina al lado, nos sentimos bajo la maldición de una palabra que la vemos como un maleficio, ofensa o castigo divino. Para muchas es una humillación admitir públicamente: Estoy Soltera

¿Por qué asociamos a la soltería como un fracaso? Es hora de dejar a un lado la hipocresía y decir con convicción y seguridad “estoy felizmente soltera” 
Solteras hay bastantes y cada quien lo asume como quiere, pero siempre habrá quien te descalifique según tu actitud frente a la vida.

 Esta la soltera Aburrida: por lo general mira el vaso medio vacío y no medio lleno, se la pasa viendo las películas domingueras, no sale ni disfruta la soltería porque se siente con la etiqueta de “Se me pasó el tren”.

 También está la soltera Inalcanzable: Es bella, tal vez sin necesidad de haber pasado por el quirófano, con clase, inteligentísima, tiene una especialización, un sueldazo, un carrazo, un apartamentazo y es aquella con la que muchos hombres sueñan, aunque en la realidad se deciden por una mujer considerada más a su alcance.  Y bueno, ella no se queda atrás y espera un príncipe azul de 1,80 de estatura que llegue en su BMW.

 Quizás la gente te vea como la soltera Lesbiana: porque varios en el trabajo te han echado los perros y obviamente a ninguno le has hecho caso, también compartes apartamento con una gran amiga y por eso creen que extra-oficialmente estas saliendo del closet. Y empiezan a decir “Ay tiene 35 y no se ha casado. Será que no le gustan los hombres?”

 Por otro lado, está la Soltera Resentida: el tipo la dejó esperando en el altar, o se fugó con su mejor amiga y después de vivir la tragedia de su vida, y suelta la típica frase de telenovela mexicana: Yo no creo en el amor, Yo no creo en los hombres. Desde entonces vive desconfiada de todos los que se le acercan, pues los sujetos son perversos y tienen malas intenciones.

 A mi, por ejemplo, siempre me relacionan con la Soltera Zorra: Ha desarrollado de forma asombrosa aquella practicidad masculina que a veces nos hace falta a algunas féminas de desconectar la cuca del corazón, por supuesto no tiene ningún inconveniente en disfrutar plenamente del aquí y el ahora, sin pensar en maridos o casas en el aire. Goza plenamente su sexualidad más no faltaran los prejuiciosos que la califiquen.

 Pero ¿Qué importa lo que opine la gente de tu soltería? Lo verdaderamente importantes es que la asumas y la disfrutes al máximo como tú lo desees, como te plazca, que te sientas bien contigo misma. Estar soltera no es malo, como todo en la vida tiene sus ventajas y desventajas, pero nos enfrascamos en solo verlo como una desgracia o un fracaso.

 Simplemente hay que reírse de los ignorantes que nos ven como extraterrestres porque desconocen que la felicidad va más allá de tener un macho al lado.

 Algunas ventajas de estar sin pareja y que te te pueden ayudar a disfrutar ese momento de soledad pueden ser:

-El dinero que ganas solo lo dispones para ti y tu familia.

-Realizar planes de viaje a otros países sin que nadie te detenga a quedarte.

-Puedes salir con tus amigos, sin consultarle a nadie.

-Puedes realizar tus hobbies a la hora que deseas sin tener que dejarlos a un lado.

-Puedes darte la oportunidad de conocer muchas personas y escoger la indicada para ti.

-Puedes salir a bailar con quien quieras y sin darle explicaciones a nadie.

-No peleas por nada y con nadie.

-No sientes celos de ver esa persona que amas con otras chicas

-Nadie te sera infiel y tu no le seras infiel a nadie

-Puedes tener sexo, cuando lo deseas y con quien lo desees.

No te quedaras esperando por largas horas a que otra persona te llame.

-Vives más feliz contigo misma.

 En contra de lo que mucha gente cree, estar soltera no es sinónimo de estar sola.  Tal vez no tengas a un hombre cada noche esperándote en el sofá, pero tienes a tus amigas, a tu familia, tienes esas mil oportunidades de conocer gente nueva y por qué no, tienen la oportunidad de encontrar sexo placentero. Facilita la toma de decisiones,  como cambiar de trabajo o realizar un largo viaje, no implica prescindir de las relaciones sexuales y  hace que la red de amistades sea en general más amplia y fuerte que la de la gente con pareja estable.

Foto: Oscar Amaro

 Por lo tanto, el grado de soledad que sientes estando soltera es el que uno mismo se imponga. De la misma forma, tampoco es necesario asociar la soltería a la vida loca. La clave no está en salir de fiesta cada noche, sino en hacerlo siempre que te apetezca. Lo más importante es el intenso conocimiento que adquieres de ti misma cuando no tienes a tu media naranja intentando exprimirte.

 La soltería tanto en el hombre como en la mujer va a depender de su sentido de independencia, e incluso de la cultura, creencia  o medio en el que se haya desarrollado cada quien.

 En ese sentido, habrá  entonces  gente  que disfrutará más la soltería que otras; que  esta condición de vida  le hará sentirse más liberada, a veces incluso  teniendo  una pareja, pero sin ningún tipo de compromiso  formal que lo ate  a esa persona.

 Sin embargo, habrá otros que sentirán la necesidad de estar unidos a otra persona, que entenderán que les falta algo, que están “cojos”, que no se pueden desarrollarse y valerse sin la ayuda y aportes de esa “mitad”, “media naranja”, “compañero o compañera”, lo que puede ser quizás por un asunto   de creencias, culturas, presiones sociales, o por  una necesidad personal.